La Promesa de Calidad: Los Ingredientes Secretos Detrás del Cachopo Más Famoso de Oviedo

El cachopo de Las Tablas del Campillín no es famoso solo por su tamaño, por haber conquistado a celebridades o por sumar 20 premios. Su verdadera magia reside en una filosofía inquebrantable: la dedicación a la calidad suprema de sus ingredientes. Es esta elección meticulosa, combinada con una técnica depurada, lo que eleva un plato contundente a la categoría de leyenda culinaria en Oviedo y más allá.


La Estrella Principal: Ternera Asturiana de Origen

En el corazón de todo buen cachopo está la carne, y en Las Tablas del Campillín, la elección es clara: ternera asturiana con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esta denominación de origen no es un mero sello; es una garantía de procedencia y calidad. Las reses se crían en los verdes pastos de Asturias, siguiendo métodos tradicionales que aseguran una carne tierna, sabrosa y con la infiltración justa de grasa.

La selección de los filetes es crucial. No cualquier pieza sirve para un cachopo de este calibre. Se buscan cortes específicos, finos pero consistentes, que permitan ser rellenos y empanados sin romperse, manteniendo la jugosidad durante la fritura. Es esta base cárnica de excelencia la que proporciona la textura y el sabor umami que distingue a su cachopo tradicional Oviedo.

El Alma del Relleno: Queso y Jamón de Primera

El interior del cachopo es donde la sinfonía de sabores alcanza su clímax. En Las Tablas del Campillín, el relleno es una celebración de productos que complementan y elevan la ternera:

  • Queso de Calidad: La elección del queso es fundamental. No es un queso cualquiera, sino uno que funda a la perfección, que aporte cremosidad y un sabor lácteo equilibrado que no enmascare la carne y el jamón. A menudo se utilizan quesos asturianos de Denominación de Origen como el Cabrales (en su justa medida para aportar carácter sin ser excesivo) o quesos de vaca más suaves que funden de maravilla, o una mezcla secreta para lograr la textura y el sabor ideales. Este detalle es clave para el éxito del cachopo tradicional Oviedo.
  • Jamón con Carácter: El jamón utilizado no es un mero relleno; es un componente esencial que aporta un toque salado y un matiz umami que contrasta y complementa la dulzura de la carne. La calidad del jamón, ya sea serrano o ibérico, es seleccionada cuidadosamente para que cada bocado sea una experiencia armónica.

El Secreto del Dorado: Un Empanado Crujiente y Duradero

El empanado es la armadura dorada del cachopo, y su perfección es lo que lo convierte en un icono. En Las Tablas del Campillín, el rebozado es el resultado de la maestría y la elección de los ingredientes adecuados:

  • Huevo Fresco y Pan Rallado Selecto: La calidad del huevo y el tipo de pan rallado marcan una enorme diferencia. Un buen pan rallado absorbe menos aceite y proporciona una capa exterior perfectamente dorada y crujiente que protege la jugosidad del interior.
  • Fritura Impecable: La temperatura del aceite y el tiempo exacto de fritura son vitales. Un cachopo tradicional Oviedo debe salir de la sartén con un exterior crujiente sin estar aceitoso y un interior jugoso y caliente.

Conclusión: El cachopo de Las Tablas del Campillín no es producto de la casualidad, ni su fama es inmerecida. Es el resultado directo de una filosofía que prioriza la excelencia en cada uno de sus componentes. Desde la tierna ternera asturiana hasta el queso que se funde en el paladar y el jamón selecto, todo se une bajo un empanado crujiente que es arte. Es esta promesa de calidad en los ingredientes, sumada a una ejecución magistral, lo que convierte a este cachopo en un referente ineludible y en el plato que todo amante de la buena mesa debe probar al visitar Oviedo.

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